30 de septiembre de 2009

Cuando Córdoba fijaba la hora oficial

Otra vez el tema del cambio horario. Argentina vuelve a estar en el medio del océano Atlántico. A partir del 18 de octubre deberemos adelantar los relojes, si Córdoba adhiere al decreto nacional. El objetivo es ahorrar energía y evitar los picos de consumo que provocan cortes en el suministro.

Hoy, el horario unificado en todo el país (o casi unificado: la excepción sensata es San Luis) es algo obvio. Sin embargo, no siempre fue así...

A mediados del siglo XIX cada ciudad argentina tenía su propia hora. Incluso en una misma localidad había varios horarios, según lo que marcaran las campanadas de las iglesias de cada barrio. Es cierto, en aquella época no había necesidad de tanta precisión.La situación comenzó a cambiar con la llegada del ferrocarril y del telégrafo. Surge la necesidad de unificar los relojes del país. La modernización requiere precisión y puntualidad.El 1º de noviembre de 1894, el Observatorio Nacional Argentino (ahora de la Universidad Nacional de Córdoba) comenzó a emitir la hora oficial del país. La referencia era la ubicación del propio observatorio, en plena capital provincial. Córdoba tiene una posición central estratégica en el país, de tal manera que la mayor diferencia horaria hacia los extremos este y oeste no supera los 24 minutos.La hora oficial se retransmitía a todo el país a través del telégrafo. “Lo hacía los días jueves y domingo como ya era costumbre a las 11 horas, de acuerdo al siguiente procedimiento: a las 10.58 se emitían dos ‘tops’ de prevención –señales cortas–, seguido de una emisión continua de 10 segundos que finalizaba exactamente a las 11”, cuentan Edgardo Minniti y Santiago Paolantonio en su libro Córdoba estelar. Historia de Observatorio Nacional Argentino, de reciente aparición.
En 1920, el país adoptó el meridiano universal de Greenwich como referencia, por lo que los relojes fueron adelantados 16 minutos y 48,2 segundos respecto de la hora cordobesa. Desde 1929, el observatorio brindó un servicio telefónico similar al 113 actual. Había que marcar el 2250 y una máquina decía la hora exacta.En 1923, el Observatorio Naval de Buenos Aires reemplazó al cordobés en la tarea. Treinta años antes, Córdoba había empujado al país hacia la modernidad con “su precisión suiza”. (Nota original en la edición de hoy de La Voz del Interior)

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