13 de noviembre de 2008

Vuelve el Monstruo

Ya no es lo que fue. Cuando lo mandaron a construir a EE.UU., lo llamaron el “Monstruo” por el “impresionante” diámetro que tenía el espejo principal para aquella época: 1,54 metros. Era la década del 1910, cuando Charles Perrine, director del Observatorio Astronómico de Córdoba, propuso crear un gran telescopio argentino. Tardaría tres décadas en inaugurarse.
En Córdoba comenzaron las primeras pruebas y se consiguió un terreno donado en la zona de Bosque Alegre, donde se construyó el edificio en 1922. Se diseñó la montura, made in Argentina.
En Córdoba también se comenzó a tallar un espejo que midió 80 centímetros (hoy en la Estación de Altura del Observatorio Félix Aguilar, San Juan). Pero el “Monstruo” se hacía esperar.
El nuevo director del Observatorio, Enrique Gaviola, reactiva el proyecto en la década de 1930. El espejo fue enviado a EE.UU. para su toque final. Pero también se demoró. Gaviola decide viajar para supervisar el trabajo. “Cansado de la espera, (le) indica al afamado óptico la forma de terminarlo, y lo dirige hasta que se logra la forma esperada. ¡Insólito!, la solución estaba en casa. Este método de control de superficies ópticas se hizo famoso y fue empleado en la construcción de los más grandes telescopios del mundo”, señala Santiago Paolantonio, investigador del Observatorio, en esta nota.
El Observatorio de Bosque Alegre se inauguró en 1942. Y en 2003 dejó de funcionar por cuestiones presupuestarias.
A principios del próximo año, el Observatorio volverá a funcionar con nuevos equipos y varias misiones. Aunque ya dejó de ser el “Monstruo”, el espejo todavía sirve. Sus 1,54 metros de diámetro lo dejan muy por debajo de los grandes telescopios actuales (los telescopios europeos ubicados en Chile tienen 8,2 metros de diámetro y los Keck de EE.UU, 10 metros).
Pero Bosque Alegre tiene sus ventajas: Su ubicación privilegiada le otorga buenas cualidades de observación. Además, es 100% argentino y cordobés, por lo que los investigadores locales no deben compartir el tiempo de observación con otros colegas argentinos, en el caso del Observatorio de El Leoncito, o de otros países, en el caso del consorcio Gemini.
El instrumento es ideal para estudiar objetos espaciales cercanos y por mucho tiempo. Por ejemplo, seguir la trayectoria de asteroides que amenacen con impactar la Tierra (NEO, Near Earth Object, en inglés). Ésa es una de las tantas misiones que tendrá Bosque Alegre, cuando se inaugure. Nada menos que vigilar el cielo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

¿FRAUDE EN EL CISPREN?

El jueves 20 de noviembre son las elecciones para renovar autoridades en el Cispren. La actual comisión directiva encabezada por Guido Dreizik, sigue manejando a través de la Junta Electoral los padrones y los plazos electorales, y rechaza de modo sistemático todos los planteos hechos por la Lista Verde, opositora, para transparentar el comicio.

Quieren que votemos con un padrón que no incluye, como establece nuestro estatuto, la fecha de afiliación de cada afiliado. Inventan además la categoría de "afiliados directos" (casi 400 sobre un padrón de 1.200 afiliados) para los trabajadores de prensa que tienen empleos en negro, sin cumplir con la obligación de agruparlos según las empresas donde trabajan. Así, el gremio acepta el empleo en negro y crea una categoría "B" de periodistas y trabajadores a nivel provincial.



Quieren que votemos con un padrón inflado con muertos, doble afiliaciones, que incluye a los patrones de numerosos medios y a centenares de afiliados que hace años que están alejados del gremio y que son usados cada tres años como arma electoral del oficialismo.



Quieren que votemos pese a que la Junta Electoral manejada por el oficialismo se niega a controlar si los afiliados cumplen con los requisitos para poder votar, aun sabiendo que el padrón fue inflado con nuevos afiliados sumados a las apuradas hace pocas semanas sólo con fines electorales.



Quieren negarnos el acceso a un padrón digitalizado, para poder controlar quiénes son realmente los afiliados del Cispren, con el argumento de que no somos parte del gremio. Para los integrantes de la comisión directiva, el gremio son sólo ellos.



Quieren que votemos pese a que la Junta Electoral manejada por el oficialismo aprueba resoluciones contrarias al estatuto, como por ejemplo, anticiparnos el plazo para designar a los fiscales que deberán controlar la elección.



Quieren que votemos mientras los abogados del gremio, que deberían defender el derecho de todos los afiliados, actúan como empleados de la lista oficialista dirigiendo las resoluciones de la Junta Electoral. Las actuales autoridades del gremio quieren que todos los trabajadores de la prensa de Córdoba votemos con un padrón de amigos de la comisión directiva. Los que dejaron de ser sus amigos desaparecieron del padrón, como les ocurrió a afiliados de La Carlota, Laguna Larga, Laboulaye o Marcos Juárez.



Quieren que votemos, en definitiva, con un padrón que no da ninguna garantía de transparencia, y apelando a prácticas propias del peor sindicalismo.



¿Quieren que seamos los invitados de piedra a un fraude electoral?