4 de septiembre de 2008

Dos preguntas sobre los incendios en Córdoba II

Ayer respondí qué era el índice del riesgo de incendio, un parámetro que utiliza el Gobierno provincial para advertir sobre posible fuegos en las sierra de Córdoba. Ayer, finalmente un funcionario arriesgo la cantidad de hectáreas quemadas hasta la fecha.
La segunda pregunta que quiero responder puede sonar estúpida: ¿Por qué el agua apaga el fuego? Primero expliquemos que para que allá fuego se necesitan tres cosas: material combustible, oxígeno y una fuente de calor. El calor cataliza una reacción de oxidación entre el oxígeno y el material combustible. Al oxidarse de manera tan violenta, se genera fuego.
El agua es una de las maravillas de la naturaleza. Su mayor secreto es una forma de unión que posee, los archi conocidos puentes de hidrógeno. Estos particulares puentes le otorgan al agua dos propiedades con las que apaga el fuego: adhesión (el agua moja) y un enorme calor específico (calor necesario para que se transforme en vapor).
Porque el agua moja, impide el contacto con el oxígeno del aire cuando se cubre el combustible (por ejemplo, madera) con el líquido vital. Sin oxígeno no hay oxidación y no hay fuego.
Pero lo más importante es su calor específico, uno de los más altos en la naturaleza. Primero un ejemplo culinario. Cunado ponemos agua en una olla, el recipiente, en contacto directo con la llama, se calienta pero no se pone rojo. En cambio si el recipiente lo colocamos en la llama sin agua, sí se pone rojo, es decir, se calienta más. Esto explica el poder calorífico del agua, todo el calor de la llama de la cocina lo absorbe el agua.
Lo mismo sucede en un incendio. Los bomberos arrojan agua al fuego, muchas veces en forma de spray, para que absorba el calor. Recuerden que sin calor no hay fuego.

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