15 de agosto de 2008

¡Tengo un acelerador de partículas en casa!


En su televisor Usted tiene un acelerador de partículas como el que pronto comenzará a funcionar en Europa y que, según algunos profetas, hará desaparecer la Tierra. No se asuste. Ni el tubo de rayos catódicos (TRC) de su televisor ni el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, sus siglas en inglés), llamado el experimento más grande del mundo, se van a chupar el planeta.
Lo único que hace el TRC es disparar en forma constantes electrones a la pantalla cubierta de Fósforo. Este elemento se ilumina y se generan imágenes como, digamos, Karina Jelinek estrolándose contra el suelo en “Bailando por un Sueño”. ¡Qué manera de desperdiciar electrones! El funcionamiento del LHC es mucho más complejo, el aparato es colosal y su utilidad no es tan terrenal como la del televisor. El LHC intentará descubrir la partícula que compone toda la realidad, la partícula de Dios, el bosón de Higgs, entre otros misterios de la física.
Los aceleradores de partículas forman parte de nuestra vida cotidiana. El televisor, el monitor de la PC (los plasmas y los LCD, no), el aparato de rayos X, entre otros son dispositivos que tiene una acelerador de partícula. Desde su invención, en las primeras décadas del siglo XX, han contribuido al desarrollo de la ciencia en campos tan diversos como la física, la ciencia de materiales, biología, medicina y energía.
Sobre el LHC he escrito esta nota en La Voz del Interior. También consulté a Gerardo Depaola, un investigador que trabajó en el CERN, el instituto donde está ubicado el acelerador. Iba a arrancar el 08/08/08, de allí los mensajes apocalípticos que cuento en la nota, pero se pospuso.
Alguien me preguntó de qué sirve invertir tantos miles de millones de dólares en un aparato que sólo descubrirá algo tan pequeño. La gente siempre cree que la utilidad de la ciencia debe ser instantánea. Sin embargo, cuando a finales del siglo XIX el alemán Ferdinand Braun creó el tubo de rayos catódicos, nunca imaginó que su invento luego iba a ser un familiar más en la mesa de todos los habitantes del mundo. El televisor como tal se inventó 40 años después. Lo mismo sucedió con las ecuaciones de Maxwell, como relata Depaola en la nota que le hice.
Si las relaciones entre Schiaretti y Cristina se recuperan, pronto Córdoba tendrá un acelerador de partículas muy útil para la detección de cánceres. Hace unos días se anunció que la Universidad Nacional de Córdoba va a tener tecnología para realizar Tomografías por Emisión de Positrones (PET, en inglés). Para ello, además del tomógrafo se necesita un ciclotrón, que es un tipo de acelerador de partículas.
El ciclotrón sirve para crear radioisótopos, átomos radiactivos que tienen un defecto de neutrones en el núcleo. Esto los hace inestables. Van decayendo rápidamente por la emisión de positrones (una antipartícula, en este caso, algo así como el negativo de un electrón). Con estos radioisótopos se producen sustancias que asimila el organismo como la glucosa, la cual se le inyecta al paciente. Los positrones de la glucosa radiactiva, al entrar en contacto con materia normal como la de nuestro organismo, chocan con los electrones de esta materia normal y producen un tipo de radiación llamada gamma. El aparato PET mide la cantidad de radiación gamma y donde se ubica. Donde mayor glucosa radiactiva haya, más radiación se generará.
Entonces, como las células cancerosas de casi todos los tumores consumen glucosa a un ritmo mayor del normal, habrá mayor cantidad de radiación donde se encuentren células cancerosas. Una PET puede detectar tumores de hasta medio centímetro.
Si se le pasó por alto algo, se lo recuerdo. Cuando se realiza una PET, el paciente tiene antimateria en forma de positrones en el cuerpo por unos instantes. “La antimateria existe en la naturaleza, afortunadamente en poca cantidad con respecto a la materia. En particular, el sodio 22, que es una variedad del sodio (recordemos que la sal es cloruro de sodio) es inestable y decae emitiendo positrones. Con esto quiero desmitificar a la antimateria y mostrar que cuando la antimateria se aniquila con la materia, esta produce radiación gamma de muy alta energía. En una bomba lo que se busca es generar una onda de choque que es, en definitiva, lo que produce el daño. No se me ocurre en este momento como unir estos dos mecanismos”, comentó Depaola, cuando le pregunté si el LHC es en realidad, un generador de antimateria que se utilizará para crear bombas, según cuenta en su libro “Ángeles y Demonios”, Dan Brown.Por más raros y extravagantes que sean (un científico dijo alguna vez que los aceleradores de partículas son las catedrales góticas del siglo XXI) confiemos en los aceleradores de partículas.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena info segui asi !
Ahh y me encanto eso de bailando por un sueño... es tan horriblñe ese programa y tambien es un desperdicio de particulas como vos decis XD
Beso!