Para toda la sociedad, la vida siguió después de los seis muertos que dejó como saldo la explosión en la planta piloto de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), el 5 de diciembre de 2007. La Justicia acusó a seis funcionarios universitarios de estrago culposo agravado. El juicio se desarrolla en tribunales de Río Cuarto. El miércoles pasado declaró el presidente de la empresa que encargó el trabajo a la UNRC y llevó los tachos del hexano explosivo. Asegura que la seguridad estaba a cargo de la universidad y no de la empresa. El convenio de investigación se firmó entre la firma De Smet y la fundación de la UNRC que está denunciada por algunas irregularidades.
Pero la inseguridad sigue. El 28 de marzo investigadores de la UNRC denunciaron un nuevo accidente que pudo ser trágico debido a la falta de medidas de seguridad. A oscuras –porque no había luces de emergencias– se trasladaron unos 300 frascos de reactivos que, si hubieran entrado en contacto con el agua que se filtró del techo, se habrían transformado en sustancias mortales. Aquí la nota de la página de la UNRC
11 de abril de 2008
Juicio y otro accidente en la UNRC
por
Lucas Viano
Etiquetas:
Seguridad en la ciencia
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