22 de diciembre de 2007

Esquirlas de la trágica explosión en la UNRC

ACTUALIZACIÓN 26/12/2007: Murió la sexta persona internada en el Instituto del Quemado. Se trata de Miguel Matea, jefe de los investigadores. Aquí la nota de LaVoz.com.ar. En los comentarios se habla de las responsabilidad que tuvieron los investigadores fallecidos en el tragedia. Conocían de las malas condiciones en las que trabajaban. Seguramente es así, pero también es seguro que hay una cadena de responsabilidades. ¿Hay que cortarla en lo más débil? La Justica debería investigar. ¿¡Pero qué estoy pidiendo!?

NOTA ANTIGUA: Cinco científicos muertos. Pasaron 17 días de la explosión en la planta piloto de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Hoy se sumó otra muerte, otro investigador: Gladys Baralla (52 años). Los otros cuatro son Damián Cardarelli (43), el joven estudiante Juan Politano (22) y Liliana Giacomelli (42) y Carlos Ravera (64). Un clásico en Argentina es que luego de cada tragedia aparezcan: advertencias desoídas, aprovechadores del drama y controles tardíos (más información, estudiar la tragedia de Cromagnon). En este caso la historia se repite. Están son algunas de las esquirlas de explosión, para reflexionar
-El accidente no tendría precedentes en el mundo. “No hay experiencia mundial de seis quemados con hexano juntos”, reveló Carlos Simon, director del Instituto del Quemado del Hospital Córdoba. Siempre rompemos récords
-La UNRC no había firmado un convenio con la empresa para la que trabajaba. La investigación que se hacía en la planta tenía por objeto mejorar la eficiencia de los procesos de extracción de aceites. La técnica más difundida para conseguir aceite es “sumergir” a las semillas en hexano. La UNRC no había firmado el convenio con la empresa Desmet. Hace más de 10 años que esta firma trabaja con la universidad. Flojo de papeles
-El comité de seguridad de la UNRC no se reunía desde hace un año. Negligencia
-Cuatro meses antes de la tragedia, un informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) había señalado que el espacio disponible para la atención a los alumnos y el lugar de trabajo del personal en la Facultad de Ingeniería era inadecuado. Advertencia I
-Los investigadores de la UNRC, heridos o muertos en el accidente trabajaban para eliminar el uso de solventes en la extracción de aceites esenciales. Cuando se inauguró la planta, hace seis años, estos científicos explicaron que el aceite vegetal que se consume es extraído del interior de las semillas con hexano, por lo que luego el producto debe ser refinado. Su objetivo era suplantar el hexano por anhídrido carbónico en condición hipercrítica, es decir muy comprimido, para que se convierta en un fluido que permitiera extraer aceites y colorantes de las plantas, con mayor calidad. Paradoja
-Científicos de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNC aseguraron estar preocupados por distintas “falencias” que existen en materia de prevención en estos establecimientos. Ejemplo: algunos matafuegos estaban vencidos. Advertencia II
-La UNC decidió relevar el estado de seguridad en sus dependencias donde se manipulan elementos peligrosos. El vicerrector, Gerardo Fidelio, solicitó que durante 2008 se considere a la seguridad como materia prioritaria, lo que en la práctica significaría posponer algunas obras de infraestructura para dar lugar a las medidas de prevención. Controles tardíos
-El legislador Alberto Cantero, ex rector de la UNRC, presentó un proyecto de resolución en Diputados para que sus pares le pidan al Ejecutivo nacional destinar 12,5 millones de pesos para la recuperación de la planta piloto siniestrada. En busca de protagonismo
-No sé si es una muestra de cintura política del nuevo ministro de Ciencia nacional, Lino Barañao, o casualidad, pero en esta entrevista asegura que la seguridad “será un requisito que vamos a imponer en un plazo breve para continuar con el financiamiento”. Previsión?
Una frase flota en la UNRC: "Queremos vivir para investigar, no para morir por la ciencia".

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Lucas, ante todo muy bueno tu blog.
Respecto al tema de la seguridad y a los dichos del Dr. Barañao, quiero aclararte que desde enero de 2007 se creó en la órbita de la ANPCyT, la Unidad de Gestión Socio Ambiental, que coordino. El objetivo es promover la incorporación de criterios ambientales y de seguridad e higiene en los proyectos que se financian. Nuestra tarea específica es monitorear estos aspectos durante la ejecución de los mismos.
Desde ya que quedamos a tu disposición para informarte sobre nuestro trabajo, y que puedas dar la más amplia difusión posible a estos temas, que lamentablemente, en muchos casos, entraron en la agenda científica después de esta terrible tragedia.
Saludos,
Gabriela Trupia