27 de marzo de 2008

Soja que me hiciste mal y sin embargo

El país está paralizado por una semillita leguminosa originaria de china y con nombre japonés: la soja. El legado de una diosa tiene a un país en vilo. Pero la soja argentina poco tiene que ver con la ancestral soya oriental. El poroto actual es producto de la biotecnología y la ingeniería genética. La receta de este "transporoto" causa escalofríos como también quien la mandó a preparar: Monsanto.
Es una mezcla de soja ancestral, un virus que afecta al coliflor, parte de una bacteria y parte de una planta llamada Petunia hybrida. El resultado es la soja transgénica resistente al herbicida glifosato y que domina los campos argentinos (Ver este breve informe de la situación mundial y nacional de los cultivos trangénicos). Otras semillas tránsgénicas que se cultivan en Argentina son el maíz y algodón. Aquí va la receta:
Un dato previo: Gracias al carácter universal del ADN, se puede intercambiar genes entre diferentes seres vivos. Cada gen que compone el ADN tiene la información para sintetizar una proteína, sustancias claves en los seres vivos. En organismos diferentes la forma en que el ADN cataliza la producción de una proteína son similares, de allí que se puede trasladar un gen de una bacteria a una planta. Ahora sí, la receta:
1-Identificar un gen útil. En el caso de la soja, se buscó identificar un gen que reemplazara el que hace que la soja sea vulnerable al glifosato. Éste gen fue descubierto en una bacteria del suelo llamada Agrobacterium tumefaciens.
2-Pero no es tan fácil. El gen “resistencia al glifosato” de la bacteria debe ser modificado para poder implantarlo en la semilla. Por ejemplo, es necesario agregarle una secuencia promotora para que el transgen se exprese "en tiempo y forma" en la planta. Sería como un interruptor genético. En el caso de la soja, se utiliza material del virus del mosaico de la coliflor. Otro agregado extra proviene de la Petunia hybrida. Se le incorporan elementos genéticos de esta planta para conducir el transgen al lugar correcto de la célula: los cloroplastos.
3-Transporte. Luego de creado el transgen con todo su séquito, se debe insertar en la planta. Aquí aparece otra vez el Agrobacterium. El bichito es conocido porque infecta a las plantas y le genera tumores. ¿Cómo? Cuando la planta está herida, segrega una sustancia que atrae a la bacteria que ingresa al vegetal y le transfiere fragmentos de su material genético. Esta capacidad de la bacteria de inyectar ADN es utilizada para insertar el transgen deseado en la semilla. Para ello, primero se despoja a la bacteria de su característica "cancerogénica". En resumen, la bacteria no sólo tiene el gen útil "resistencia a glifosato", sino que también es el medio para insertarlo.
4-Paso final. Una vez que se logra la transferencia genética, sigue un proceso de selección para asegurarse que las semillas transgénicas realmente sean resistentes al glifosato.

De este polémico herbicida hablaré en otra entrada, como también de la polémica tecnología Terminator la cual provoca que las plantas produzcan semillas estériles.

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