Genes argentinos en la Revolución de Mayo y en el Bicentenario

Hace unos 200 años, en la época de la Revolución de Mayo de la que este año se cumple el Bicentenario, más de la mitad de la población de Córdoba era mestiza. En el censo de 1813, el 41,9 por ciento era "espanol", mientras que el 48,7 por ciento se incluía en la categoría de "pardo".
"No se está muy seguro que era ser pardo. Sí se acuerda de que las personas de este grupo tenían algo de descendencia negra. A veces se podía confundir con el mestizo (mezcla de blanco con indio), pero lo importante es ver que no eran personas de una raza pura", explica Sonia Colantonio investigadora de la UNC y del Conicet.
El grupo de Colantonio determinó que Córdoba no era tan "pura" como exhiben los libros de historia. La población era en su mayoría mestiza y tampoco había tantos casamientos entre parientes (endogamia) como se pensaba. Ocurre que, en general, la historia se escribe a partir del legado escrito de las familias poderosas que practicaban el matrimonio endogámico para proteger las propiedades y mantener concentrado el poder.
El trabajo fue realizado a partir de los datos censales de los siglos XVIII y XIX y otros documentos. Realice esta nota en La Voz del Interior del 18 de marzo. También puede leerse este artículo de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC.

Genes siglo XXI
El genoma argentino actual tiene importantes “restos genéticos" africanos e indígenas. Una investigación realizada sobre 218 personas residentes en la ciudad de Buenos Aires determinó que la mezcla génica promedio argentina (si por argentina se toma Buenos Aires) contiene un 79,9 por ciento de contribución europea, un 15,8 por ciento indígena y un 4,3 por ciento africana. ¿Será igual en Córdoba? La idea de Colantonio es completar su trabajo de revisión documental con estudios genéticos.
Según el trabajo porteño, el aporte indígena y africano está en aumento y el europeo en descenso, debido a la migración interna y de países limítrofes y Perú, de elevada composición indígena.
Esta contribución se ha transmitido principalmente por vía materna. El biólogo Daniel Corach, explica por qué ocurre esto en esta entrevista de Leonardo Moledo para Página 12. Dice que el 60 por ciento de los argentinos tenemos carga genética indígena y agrega: “Esto se refleja mejor en el ADN que viene por línea materna (el ADN mitocondrial) que el paterno (el del cromosoma Y), porque el mestizaje se hizo básicamente sobre el vientre materno. Las mujeres eran violadas. Era más fácil que un español violara a una india que una española se cruzara con un indio. Los indios hombres eran apartados, explotados hasta la muerte o exterminados. Exterminio y explotación son variables que se repiten en toda América latina. Y la conclusión en la Argentina es clara: todos tendemos hacia el amerindio. Aunque haya sectores de la sociedad que se animan a negarlo”.