La veloz Cristina

Para esta nota, Ezequiel Leiva me hizo una confesión. Todos los científicos del Instituto de Físico Química de Córdoba, (de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC) tuvieron que descargar el camión que tenía 1,5 toneladas de cables y circuitos. Cientos de cajas pesadas, asegura. Eso es lo que pesa Cristina, la supercomputadora más rápida del país. Está en Córdoba (en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales). Tiene la potencia de 500 PC comunes. Costó 1,5 millones de pesos. Servirá para estudiar el nanomundo, esto es, cómo se comportan los materiales en la escala de la mil millonésima parte del metro. Como es tan difícil experimentar en tamaño atómico, los investigadores prefieren simular ese nanomundo. Es más fácil y barato, pero se necesitan computadoras tan o más veloces que Cristina. “Ahora vamos a hacer ciencia competitiva”, confesó Ezequiel. Espero que les guste la nota.

Para los nostáligicos, los invito a leer la historia de Clementina, la primera computadora argentina y, dicen, la mayor inversión en ciencia jamás hecha en Argentina. Y ocurrió 50 años atrás. A precio actuales, dicen que costó 20 millones de dólares.

Abajo, un video de cómo armaron Jaguar, la supercomputadora más rápida del mundo. En un segundo puede calcular lo que a un hombre le llevaría 55 millones de años.