22 de noviembre de 2008

Historia científica y personal de Eva

Eva Virginia Acosta Rodríguez (foto de la izquierda de La Voz del Interior)es doctora en ciencias químicas de la UNC y una investigadora joven muy destacada. En el Centro de Bioquímica Clínica e Inmunología (CIBICI) del Conicet-UNC se especializa en mal de Chagas y sistema inmunológico. Pero además tiene una historia personal muy particular vinculada a los años de plomo de Argentina.
Pero primero vamos su carrera científica. ¿Cómo se relacionan el mal de Chagas y el sistema inmunológico?
“Cuando un individuo se infecta con el Trypanosoma cruzi, parásito causal de la Enfermedad de Chagas, su sistema inmune responde para tratar de eliminar el agente infeccioso. Sin embargo, esta respuesta no es 100% efectiva y el parásito persiste en el organismo y se aloja en corazón y nervios, entre otros órganos y tejidos. Luego de muchos años de infección, la presencia permanente del parásito sumada a la estimulación constante del sistema inmune que intenta eliminar el agente agresor atacando los tejidos infectados, resulta en lesiones en corazón y otros órganos que causan la patología cardíaca característica de la enfermedad de Chagas”, explica Eva en esta entrevista de La Voz de San Justa (diario de San Francisco).
Es decir, el sistema inmune es el que produce los conocidos problemas cardíacos en los chagásicos. Al atacar las células cardíacos infectadas, nuestros anticuerpos van adelgazando las paredes del corazón y se debilita. Para compensar esto el organismo agranda el corazón, lo cual aumenta el riesgo a tener un infarto.
Hace unas semanas, Eva ganó un subsidio de la fundación Bunge para estudiar la respuesta del sistema inmune frente a la infección con el parásito del Chagas. El objetivo es tratar de entender si esa respuesta inmune puede ser manipulada para mejorar el control de la infección y reducir los daños en el corazón. También fue distinguida por la Bolsa de Comercio como "Joven destacada".
El mal de Chagas afecta a 18 millones de personas, con unos 100 millones (25% de la población de Latinoamérica) de personas que estarían en riesgo de contraer la enfermedad. Por año se mueren 50 mil personas por esta enfermedad.
Más premio. Eva está acostumbrada a ganar premios y a realizar hallazgos revolucionarios. En 2007, descubrió que una subespecie de linfocitos T, una de las células que nos da inmunidad, son esenciales para combatir infecciones con hongos, en especial la Cándida, el que más afecta al hombre. A estas células se las consideraba dañinas para el organismo, ya que únicamente se conocía su intervención en las enfermedades autoinmunes (cuando el sistema inmunológico ataca al propio organismo).
"Descubrimos que son esenciales para combatir infecciones con hongos, un gran paso adelante que confirmó la idea que circula en los ambientes de la inmunología de que todo lo que tenemos en el organismo es potencialmente beneficioso", señala Acosta en esta nota del periódico de la UNC. El estudio fue publicado en la revista Nature y el trabajo lo realizó becada en Suiza.
En 2005, ganó el premio “Cooperación al desarrollo” por descubrir una proteína que bloquea la producción de anticuerpos durante un infección del sistema inmune. En aquel año, Eva logró inhibir los efectos de la proteína en experimentos con ratones. Nota de La Voz del Interior.

Jardín. Eva Acosta Rodríguez, es sanjuanina. Nació en 1977, en una centro de detención militar y fue concebida durante uno de los pocos encuentros íntimos de sus padres, dos presos políticos. Vivió un tiempo separado de ellos, hasta que finalmente se reencontró en 1982. Faltó un mes y medio al jardín para recibir los mimos de mamá Virginia. Esta historia personal la pueden leer en esta nota de el Diario de Cuyo (la segunda foto es de este diario)

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