16 de julio de 2008

El lado oscuro del Museo Provincial de Ciencias

En esta entrada anterior comenté mi primera impresión al visitar el Museo Provincial de Ciencias Naturales. En resumen, dije que era un museo “de los viejos” en comparación con los que hay ahora mucho más interactivos.
A veces con la primera impresión no basta. La semana pasada visité de nuevo el museo, pero esta vez su cara oculta. Un dato: el museo exhibe sólo el 20 por ciento de su colección. Resulta que además de su recorrido en caracol por diferentes aspectos de la ciencia y naturaleza planetaria y de Córdoba se está realizando un importante trabajo de investigación.
Un grupo bastante heterogéneo de gente, todos científicos o artistas, están catalogando por primera vez las más de 10 mil piezas que tiene el museo. Ya lo hicieron con las primeras mil, entre ellas, los fósiles de la megafauna cordobesa, animalotes gigantescos que habitaron Córdoba hace por lo menos 10 mil años. Es un trabajo bastante tedioso, de allí a que nunca antes se haya hecho, pienso yo.
Más allá del chiste, es bueno repetir lo dicho por Santiago Druetta, uno de los catalogadores, en el artículo que escribí para La Voz del Interior: “Es grave que ningún museo provincial de ciencias tenga un catálogo, porque limita las posibilidades de estudio y su protección al no haber registros precisos”. Entonces, el trabajo no lo hacen de obsesivos, sino que hay un fin científico, cultural y social.
Más abajo, Santiago dice: “A veces se habla del hallazgo en el campo cuando se descubre el fósil en el medio de la nada, pero en la colección de un museo uno puede hacer nuevos descubrimientos al reestudiar estos fósiles”.
Y claro que encontraron cosas: Nuevos fósiles de la megafauna cordobesa, otros con huellas de enfermedades y otros de animales jóvenes. Además, entre la “basura” encontraron réplicas en yeso realizadas hace más de un siglo por Florentino Ameghino, padre de la paleontología argentina.
Todo el material catalogado está almacenado en cajas con números y un registro. Sentido común, uno piensa. Pero antes todo estaba amontonado y en un espacio sin las condiciones necesarias para su conservación.
El trabajo es más que interesante como lo son las charlas que el museo organiza para celebrar su primer año en el edificio nuevo de avenida Poeta Lugones 395. Cuando fui por segunda vez, me sorprendió la cantidad de gente que había, quizá por las vacaciones de invierno. El nuevo horario es: martes a viernes, de 9 a 18; sábados y domingos, de 12 a 18. Entrada General: $2. Para solicitar turnos de escuelas, comunicarse al (0351) 4344070 o por e-mail: museocienciasnaturales@cba.gov.ar

Éstas son las charlas previstas para estos días:
Jueves 17. La Gestión de los Recursos Naturales. Daniel Cabido, Secretaría de Ambiente.
Viernes 18. Las Áreas Naturales Protegidas de Córdoba. Conrado Rosacher, Secretaría de Ambiente.
Lunes 21. Investigación y conservación de especies amenazadas: el yaguareté en el noreste Argentino. Carlos De Angelo, Asociación Civil Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico.
Martes 22. Antártida: un laboratorio en el fin del mundo. Marcos Tatián, Universidad Nacional de Córdoba.
Miércoles 23. Conservación de los bosques en la Reserva Natural Cultural Cerro Colorado, Liliana Argüello, Universidad Nacional de Córdoba
Jueves 24. Hongos venenosos y comestibles de la provincia de Córdoba. Laura Domínguez. Universidad Nacional de Córdoba.
Viernes 25. Aves migratorias: compartiendo ecosistemas a través de las Américas. Walter Cejas, Universidad Nacional de Córdoba.
Lunes 28. Visiones biológicas y literarias sobre la polinización a 100 años de “La inteligencia de las flores” de Maurice Maeterlinck. Andrea A. Cocucci, Universidad Nacional de Córdoba.
Martes 29. Peces de la provincia de Córdoba. Gustavo Haro. Universidad Nacional de Córdoba.
Jueves 31. Caminando con escorpiones. Camilo Mattoni, Universidad Nacional de Córdoba.

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