14 de noviembre de 2007

La era de los Ministerios de Ciencia


Recién lo anunciaron. El gobierno nacional creará el Ministerio de Ciencia por primera vez en la historia de la patria. Schiaretti también anunció que la Provincia pasará de tener Agencia a tener Ministerio por primera vez. Esperemos que cumpla. A nivel nacional, la ciencia siempre estuvo subordinada la cartera de Educación y otras veces a la del Ministerio de Guerra. El hombre designado como autoridad máxima de la ciencia argentina es Lino Barañao. Doctor en Ciencia Químicas con algunos estudios en el Instituto Max Planck. Actualmente, es el presidente de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica que depende de la Secyt. La Agencia se encarga de financiar la investigación científica del país. Otorga subsidios para reequipar laboratorios o a científicos que quieren desarrollar investigación básica o aplicada y también da préstamos a empresas que quieran realizar alguna innovación tecnológica. Fue creada en el 1996.
Barañao entiende que se debe reformar el perfil del científico argentino. Hay que "pasteurizarlo", dice. Cree que el modelo Leloir o Milstein ya no es compatible con lo que actualmente requiere un país de la ciencia. Pasteur era un científico que hacía ciencia básica inspirada en su uso práctico. La formación tradicional de los científicos argentinos no los orienta a buscar aplicaciones. Entiendo que esto ocurre porque el sistema del Conicet califica con mejores puntajes a los investigadores básicos que pueden publicar paper en revistas de prestigio y sumar puntos en la escala para conservar o ascender en los cargos. Para sobrevivir, los investigadores deben hacer ciencia básica. Por lo tanto, la pasteurización de los científicos deberá estar acompañada de una pasteurización del sistema científico.
Otro punto, en el que hace fuerte hincapié Barañao es en vincular a las empresas con la ciencia. “La Argentina tiene muy buenos investigadores, en cambio el sector privado pareciera que no hace su parte …”, dijo en esta entrevista hace tres años. El problema: la apertura irracional de la economía en los 90 que desmanteló la industria de media y alta tecnología y la falta de incentivos para innovar creó una cultura empresaria que se fija más en la especulación financiera que en el desarrollo tecnológico.
Otros desafíos que deberá enfrentar el nuevo ministro pueden verse en esta columna de Nora Bär de La Nación. Algo que señala Bär y que les he escuchado decir a los científicos cordobeses es que si bien en los últimos años se ha incrementado la cantidad de científicos en el sistema, los laboratorios están quedando chicos.

1 comentarios:

Bernardo dijo...

Estimado Lucas,
Me alegro de haber descubierto este blog.
La posición de Barañao es absolutamente atipica para un científico-investigador. Su mirada respecto de las respuestas que hacen falta para la conyuntura en que se encuentra el sistema productivo tecnológico nacional, es lo mas atinado que he escuchado en los últimos años. Conozco su accionar desde su actual posición en el gobierno nacional y espero que desde la próxima, pueda hacer todo lo que piensa. También espero que en nuestra Córdoba, tengamos un Ministro que ayude a encaminar un proceso que tiene muchos actores importantes,(casualmente en tres grandes areas que Barañao menciona: bioingenieria, biomedicina y software) pero que no encuentra el apoyo para un desarrollo adecuado, en las políticas de gobierno actuales. Felicitaciones.